Entradas

Mostrando las entradas de junio, 2018

Los enfermeros

Al entrar por primera vez a la habitación en donde debía esperar el donante, varios enfermeros empezaron a preguntarme cosas mientras que controlaban mis signos vitales y manipulaban algunos dispositivos. Yo de curioso intentaba seguir con la mirada lo que hacían y comprender el lenguaje técnico con el que se manejaban. Dentro de tantas cosas, un enfermero me dijo algo como: “acá vas a tener que hacer vida de monje taoísta: tranquilidad, serenidad,   pasividad”, y con las manos hacia un gesto simulando estar en “armonía”. Con el pasar del tiempo comencé a tenerle asco a todos los olores. Me generaban náuseas y dolor de cabeza. Era horrible. No soportaba el olor al desinfectante, a perfume de ambiente, a desodorante, a ningún tipo de olor.   Hasta había dejado de   ver los programas de cocina porque con solo ver la comida cocinándose y saber que tenía olor me daba repugnancia. Pero una mañana entró una enfermera que tenía un perfume que no me molestaba. No me acuerdo mucho del